Cartas: "El consuelo de Epicuro"

A Epicuro muchísimos lo consideramos el "creador de la literatura epistolar filosófica": en su vida redactó infinidad de cartas que se conservan en una mínima proporción. Se ha hecho muy conocida y popular una de sus misivas a Meneceo, que aunque breve no deja de ser "poderosa".

(versión acotada)

..... Acostúmbrate a considerar que la "Muerte" nada es contra nosotros porque todo bien y todo mal está en los sentidos y la muerte no es otra cosa que la ausencia, la privación de éstos.

Así es como éste conocimiento acerca de que LA MUERTE NO ES CONTRA NOSOTROS hace que disfrutemos la vida mortal quitándonos nuestro amor por la inmortalidad.

Nada hay, pues, de molesto en la vida para quien está persuadido de que no hay daño alguno en dejar de vivir.

..... La "Muerte", el más horrendo de los males, nada es contra los vivos ni los muertos.

El sabio no teme el no vivir ni tampoco lo tiene por cosa mala. Y así como no elige la comida más abundante, sino la más sabrosa, de la misma forma no elige la vida más duradera sino la más dulce y agradable porque el deleite y debe seguir siendo el principio y fin de nuestro vivir felizmente.

El deleite es el fin pero no entendido siniestramente como deleites lujuriosos y derramados como lo han interpretado otros ignorantes de nuestra doctrina. Sino el deleite en no padecer dolor en el cuerpo y asegurar tranquilo el ánimo.

.... De éstas cosas la primera y la principal recuerda que siempre es la prudencia. La prudencia es una exquisita y necesaria virtud de la que proceden todas las demás virtudes. Será entonces imperioso enseñar que nadie puede ni podrá vivir jamás dulcemente sin ser prudente, honesto y justo. Asimismo sólo conduciéndonos prudentes, honestos y justos no podremos dejar de vivir dulcemente.

EPICURO: (341-270 a.C.)

(Necesitaba recordar ésta carta especialmente hoy en busca de mi propio consuelo: día en que mi madre cumpliría años....)